EL CUCUY O EL COCO

                            EL CUCUY O EL  COCO

Juanito tenía 7 años y desde su nacimiento no  había dejado de portarse mal. De bebé no dejaba   de llorar, y cuando fue tomando conciencia, empezó  a romper todo lo que se encontraba a su paso. A   los tres años empezó en el colegio y todo fue  a peor. Empezó a insultar a sus padres y a sus   profesores. Lo expulsaron porque a menudo pegaba  a otros niños. 


Sus padres estaban completamente   desesperados, no sabían qué hacer con él. A pesar de las regañinas y los castigos,   el pequeño Juanito nunca aprendía la lección. Cada  año que pasaba se volvía peor persona y disfrutaba   haciéndole daño a los que tenía cerca. Por eso,  su madre a menudo lo amenazaba con que si seguía   teniendo ese mal comportamiento, el cucuy iba a  venir para llevárselo y nunca podría regresar.  


Al niño, como eso le sonaba a cuento, no le  hacía ni el más mínimo efecto lo que le decían.   Él seguía comportándose mal y faltándole  el respeto a sus padres constantemente.  Pero una noche, unos gritos fortísimos despertaron  a la madre. Provenían de la habitación en la que   dormía su hijo así que rápidamente se levantó  de su cama y corrió al cuarto. Al llegar,   lo que vio la dejó completamente sin aliento. Una figura peluda y con muy mal aspecto estaba   tapando la boca de su hijo. A los pocos  segundos, sin que ella pudiese reaccionar,   lo cargó a sus espaldas y se lo llevó.  


Justo en ese momento la mujer comenzó a   gritar pidiendo auxilio. Su marido, que estaba  dormido, se despertó y acudió rápidamente.  Pero ya era demasiado tarde, aquella cosa había  saltado por la ventana con su hijo en brazos. Solo   pudieron verlo desaparecer por el bosque trasero.  Esa fue la última vez que vieron a Juanito,   nunca más volvieron a saber nada de él  pese a buscarlo con todas sus fuerzas. 


 Esta es una de las muchas historias que rodean a  la leyenda mexicana del Cucuy. Esta figura no se   conoce con el mismo nombre en todos los países.  En Chile, Argentina, Bolivia, Nicaragua, Cuba,​   Uruguay y otros se le conoce como Cuco. En España,  Costa Rica, Colombia u otros muchos, como Coco.  Llamenle de un modo u otro, la historia es común  en todos los lugares del planeta. 


Se trata de   una figura que ha ido pasando de generación  en generación y cuyo propósito es asustar a   los niños que se portan mal o no quieren dormir. Se le suele describir como un ser terrorífico,   de estatura baja, con mucho pelo por todo  el cuerpo, especialmente las manos y ojos  grandes y muy brillantes. También se dice  que tiene las orejas exageradamente grandes   y unos dientes tan afilados como los de un león. Esta criatura nunca aparecerá por el día.


 Vive de   noche y se esconde en el armario o debajo  de la cama para, en el momento adecuado,   llevarse a los niños que están durmiendo. Se  cree que el destino es una guarida que tiene   en las montañas y desgraciadamente los niños  acabarán cocinados para servirle de alimento.  Su figura es tan conocida en todo el mundo  que seguro que todos vosotros habéis escuchado   una canción de cuna sobre él: Duérmete niño,  duérmete ya, que viene el coco/cuco y te comerá.  


Pese a que después de tanto tiempo la  mayoría de personas dicen que esta figura   no existe y simplemente se trata de un juego para  atormentar a los más pequeños, varios testimonios   lo contradicen. Uno de ellos afirma que tiene  un recuerdo traumático de cuando era pequeño.  A menudo se portaba mal y su madre le decía que  algún día el cucuy le jalaría los pies de noche. 


Él simplemente se rió y se dispuso a dormir.  Pero al día siguiente, cuando se despertó,   tenía unos grandes arañazos en las plantas  de los pies. Así que mucho cuidado,   no sabemos si es cierto o no, pero en cualquier  caso, mejor prevenir que lamentar. ¿No creéis?


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